El lipedema es una enfermedad crónica y progresiva que afecta principalmente a mujeres, caracterizada por la acumulación anormal de grasa en piernas y brazos, acompañada de dolor, sensibilidad y facilidad para formar hematomas. A diferencia de la obesidad, esta grasa no responde a dieta ni ejercicio. Tratar a una paciente con lipedema como si fuera obesa no solo es ineficaz, sino también injusto y dañino. Es fundamental reconocer la diferencia para ofrecer un diagnóstico adecuado y un tratamiento personalizado que respete la realidad de cada cuerpo.
¿Qué es el lipedema y cómo se diferencia de la obesidad?
El lipedema es una enfermedad del tejido adiposo que se manifiesta por una acumulación anormal y simétrica de grasa en las extremidades, especialmente en piernas y brazos, respetando manos y pies. Esta condición, que afecta casi exclusivamente a mujeres, suele aparecer o agravarse durante periodos de cambios hormonales como la pubertad, el embarazo o la menopausia.
A diferencia de la obesidad, que implica una acumulación generalizada de grasa en el cuerpo y responde a cambios en la dieta y el ejercicio, el lipedema no mejora con estas intervenciones. Además, las pacientes con lipedema presentan síntomas como dolor, sensibilidad al tacto, facilidad para desarrollar hematomas y una sensación de pesadez en las extremidades, síntomas que no son comunes en la obesidad.
Es crucial diferenciar entre ambas condiciones, ya que un diagnóstico erróneo puede llevar a tratamientos ineficaces y a una mayor frustración para la paciente. Reconocer el lipedema como una enfermedad distinta permite abordar su tratamiento de manera más efectiva y empática.
Diagnóstico del lipedema: claves para una identificación precisa
El diagnóstico del lipedema se basa en la evaluación clínica de los síntomas y la historia médica de la paciente. Los signos característicos incluyen la acumulación simétrica de grasa en las extremidades, la presencia de dolor y sensibilidad, y la facilidad para desarrollar hematomas. Es importante destacar que el lipedema no afecta las manos ni los pies, lo que ayuda a diferenciarlo de otras condiciones como el linfedema.
Además, estudios recientes han demostrado que las mujeres con lipedema presentan un perfil metabólico más favorable en comparación con mujeres con sobrepeso u obesidad inducidos por el estilo de vida. Por ejemplo, la dislipidemia se observa en aproximadamente el 50% de las mujeres con lipedema, en comparación con casi el 70% en el grupo con sobrepeso/obesidad. Asimismo, las alteraciones en el metabolismo de la glucosa y la resistencia a la insulina son significativamente menos prevalentes en el grupo con lipedema (18,9% frente a 43,6%)
Estos hallazgos subrayan la importancia de un diagnóstico preciso para evitar tratamientos inadecuados y para proporcionar a las pacientes el apoyo y las intervenciones adecuadas.
Tratamiento del lipedema
El tratamiento del lipedema debe ser personalizado y abordar tanto los síntomas físicos como el bienestar emocional de la paciente. Entre las opciones terapéuticas se incluyen:
- Terapias conservadoras: Incluyen el drenaje linfático manual, la terapia de compresión con medias específicas y la fisioterapia especializada. Estas intervenciones ayudan a reducir el dolor, mejorar la movilidad y disminuir la inflamación.
- Intervenciones quirúrgicas: En casos avanzados, la liposucción asistida puede ser una opción para eliminar el tejido adiposo afectado y mejorar la calidad de vida de la paciente. Es fundamental que este procedimiento sea realizado por profesionales con experiencia en el tratamiento del lipedema.
Es esencial que las pacientes reciban un enfoque integral que combine estas terapias con apoyo psicológico y asesoramiento nutricional, adaptado a sus necesidades específicas.
Importancia de la conciencia y el apoyo en el tratamiento del lipedema
El lipedema es una condición que a menudo se malinterpreta y se subdiagnostica, lo que puede llevar a las pacientes a sentirse incomprendidas y desatendidas. Es fundamental aumentar la conciencia sobre esta enfermedad entre los profesionales de la salud y el público en general para mejorar el diagnóstico y el tratamiento.
Además, es importante que las pacientes con lipedema reciban apoyo emocional y psicológico para afrontar los desafíos asociados con la enfermedad. La creación de grupos de apoyo y la educación sobre el lipedema pueden empoderar a las pacientes y mejorar su calidad de vida.
En resumen, el tratamiento efectivo del lipedema requiere un enfoque multidisciplinario que aborde tanto los aspectos físicos como emocionales de la enfermedad, reconociendo su naturaleza única y diferenciándola claramente de la obesidad.
Tratamiento del lipedema en Galicia: la labor de la Unidad Gallega de Lipedema (UGALI)
En España, uno de los referentes en el abordaje integral del tratamiento del lipedema es la Unidad Gallega de Lipedema (UGALI), dirigida por el Dr. Alejandro Acuña. Esta unidad nace con el objetivo de ofrecer un diagnóstico preciso y un plan terapéutico personalizado, centrado en la comprensión profunda del lipedema y en la mejora real de la calidad de vida de las pacientes. En UGALi, se trabaja con un enfoque multidisciplinar que incluye valoración clínica especializada, terapia física, acompañamiento nutricional y, cuando está indicado, tratamientos quirúrgicos avanzados. El compromiso de UGALi es tratar el lipedema como lo que es: una enfermedad distinta de la obesidad, que merece atención especializada y un enfoque respetuoso con cada cuerpo.
UGALi se ha consolidado como un centro pionero en Galicia en el tratamiento del lipedema, realizando intervenciones quirúrgicas avanzadas, como la primera operación de lipedema grado III en la región. Estas intervenciones han permitido a muchas pacientes mejorar su calidad de vida y reducir los síntomas asociados a esta enfermedad. Además, UGALi participa activamente en jornadas y simposios internacionales, contribuyendo a la investigación y difusión del conocimiento sobre el lipedema.